Ayer fui al matrimonio de mi prima
Fue un momento especial,
Digamos que el prepararse para esa ceremonia en mi casa, fue como los Macalister preparándose para salir de vacaciones (Mi pobre angelito) Todos viendo cada detalle, que los zapatos del Lucas, que el peinado de la abuelita, que el vestido de la Agustina etc.
Después, llegar al lugar, casi sincronizado con los otros tíos, viendo lo bien que se veía cada uno, saludando a mucha gente.
Uno de mis momentos favoritos y más emotivos creo que fue cuando vi llegar el auto de la novia, y verla bajar, al igual como en tanta teleserie o película se nos muestra, algunos entraban a la iglesia, pero otros nos quedamos a verla bajar y entrar. En ese momento mire a mi prima Cote, que también veía emocionada a mi prima y sentí una conexión especial entre nosotras tres.
Luego las ceremonias que en realidad todas me parecen iguales, Los curas hablan y hablan mientras todos piensan en cómo se ven, o en la comida de después, de que se me olvido, que si llego tal persona y mil cosas más en su mente, menos la reflexión que supuestamente deberíamos escuchar con atención, si todo lo que dice el padre entrara en un examen creo q todos reprobarían. Aun así, el momento en que los padres dan su bendición es muy significativo, es casi como un; Hijo yo te guie durante tanto tiempo y ahora yo te apoyo en tu decisión por este camino. Al igual que el momento tan cliché del puede besar a la novia, en donde Jorge y Pía lo hicieron muy al estilo televisivo J
En el cocktal; todo muy rico, Un cocktal que incluía sushi, al lado de una linda piscina, y en donde lo imposible era caminar por el pasto sin terminar con los tacones hundidos en el.
Luego al pasar al salón las mesas no estaban enumeradas, estaban designadas por lugares que ellos conocieron en sus viajes, islas y lugares de nueva Zelanda y alrededores. Nuestra mesa de los primos fue Koala Lumpus; la mayor ciudad de Malasia. Siento que eso les daba mucho de su cello, era muy propio de ellos, cada detalle tenía su esencia. La torta con las figuritas de ellos viajando.
Las tradiciones; el típico lanzamiento del ramo, donde todas las amigas, primas y más de alguna tía solterona se enfilan para intentar alcanzar el ramo. Yo por mi parte, me gusta participar de esta tradición, aunque de los pocos matrimonios que he asistido jamás alcanzo el ramo, pero esta vez el ramo apunto hacia mí, el me eligió o yo fui más rápida y más alta que el resto y pude saltar y lograr tener tan lindo ramo en mis manos.
Luego la tradición del guante o la liga, aquí se cambio por una más original traída de Brasil, la cuerda en el cuello, la soga. La misma soga con la que mi prima Pía amarro a Jorge (Su esposo) Esa es lanzada entre los hombres para ver quién será el próximo en quedar atado a esa soga.
Las cintas con los dijes, donde una guagua es embarazo y un corazón es amor en tu vida, la argolla es la siguiente en casarse. Todas agarran una cinta y expectantes ven que hay del otro extremo. Fui casi la ultima en tomar una cinta y mientras algunas desesperadas ya empezaban a sacar su dije, me di cuenta que del otro lado venia una argolla y dije, no mentira esto no puede ser, ¿pero cómo tanta coincidencia?
Luego mucho baile, mucho compartir.
Siento que este matrimonio le hizo muy bien a la familia, limpio corazones, sano otros y por sobre todo unió mas a la familia. Y darme cuenta de lo mucho que quiero a mi prima!
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