llevábamos una lanita
que en cada destino tejíamos de extremo a extremo
con distintos colores
formando un lindo telar
partimos con pequeños nudos en Conce,
que con un croche dimos forma en Arauco
añadiéndole palabras cargas de bendiciones
Luego extendimos los hilos y las lanas de región a región
y de mar a cordillera
para dividir en tres hebras en Pucon, Villarica y Caburgua
y trenzar con colores esmeralda

lo bañamos con agua de lluvia en Valdiavia
y lo alimentamos en Puerto Montt y Angelmo
para que tuviera consistencia
en Pargua se atasco y en el Chacao se desenredo
En Chiloe le dimos la forma final,
en una feria costumbrista ya parecía casi manto
amarritas de curanto, sabores de ruibarbo
y con aguita de manzanilla y palto,
le fuimos dando encanto,
en Dalcahue con lanas de colores

y en Curaco de Velez ciudad pintoresca
le compramos una flor
para adornar el lindo manto o telar
lo paseamos por Achao, para tejer un poco mas
y en Cucao sobre una lancha lo aireamos
y de naturaleza lo rellenamos
en Cole cole junto al mar lo adornamos con conchas de machas
y en una fogata toques de humo y canto.
Así en Castro lo terminamos.
Lindo telar, bonito manto.
Manto o telar que al volver voy desenredando.
O que mejor de recuerdo guardo intacto.
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