Un día sin pedir, te ofrecieron, como quien ofrece un producto.
Contándome lo similar que eras a mi, y lo compatibles que podríamos ser...
Mil conversaciones cibernetica de cosas en común y de un posible y cercano encuentro...
Recuerdo lo nerviosa que estaba y lo mucho que pedía que fueses mejor de lo que las fotos mostraban.
Y así fue o así lo creí en ese momento, Algo tardaste ese día y los siguientes.
De igual manera eso lo ignore, le daba mas importancia al verte.
La primera salida una simple plaza y mucha conversación, la segunda a los pies del zoológico y un rico Sushi.
Una tercera acompañándote en tu mundo, cómic, cine y mas sushi, junto a una linda declaración, que de tu boca parecía real.
Así los pocos días parecían semanas y las semanas meses.
Nunca supe bien por que se acabo, en que momento decidiste cambiar, o siempre fui solo un paso, el limbo, tu entre tiempo, mientras volvía la que se fue, la que te destrozo tu pequeño e iluso corazón, aquella que hoy vuelve, como si nada...
Nuestra ultima salida siendo algo... ya estabas extraño, ya no mirabas igual, tus besos fríos, tu poco tiempo, y tu poca lucha por hacer algo por mi...
Un día mostrando tu poca fortaleza, dejaste de llamar, de contestar, de leer. Te complicaste y decidiste decir mejor adiós. Un solo seamos amigos, pero de esos amigos que no se hablan nunca y poco se interesan. A lo cual no estuve desacuerdo y preferí alejarte por completo.
De tener algo a no tener nada, a extrañarte mil. A escuchar melodias que sacaran las penas mas grandes.
Y cuando logro recuperarme y extrañarte menos, a no necesitarte tanto... tu vuelves, pero tranquilo.

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